Olvi es una compañía finlandesa de bebidas con fuerte presencia en las repúblicas bálticas, Estonia, Letonia y Lituania, así como en la propia Finlandia y en Bielorrusia y Dinamarca. Su especialidad son las bebidas alcohólicas de media graduación, como la cerveza, sidra o long drinks, así como las bebidas sin alcohol, como los refrescos y el agua mineral, aunque también fabrica y distribuye marcas de destilados.
- Olvi y su caso de éxito a largo plazo
Hoy en día resultan increíbles los números de Olvi, sobre todo si vienes de analizar a la que probablemente sea la mejor cervecera del mundo, Heineken.
En primer lugar hay que decir que Olvi ha mantenido desde 2004 estable su número de acciones en circulación, por lo que podemos irnos directamente a analizar el desempeño de su beneficio operativo, que en el período 2004 - 2024, e incluimos 2024 porque ya conocemos los resultados de los primeros 9 meses y podemos hacer una proporción con los de 2023, ha crecido un 11.7 % anual compuesto.¿Cómo ha sido esto posible? En primer lugar hay que señalar que no ha sido a costa de endeudar mucho a la compañía. Olvi en 2004 tenía una deuda neta de 68 millones de euros, mientras que en 2024 la caja neta ascendía a 36,1 millones. Si bien puntualmente se ha endeudado, como podemos observar que ha crecido mucho pero no se explica por haberse apalancado muchísimo para realizar adquisiciones.
Además todo esto no le ha impedido remunerar al accionista, recibiendo este en media entre un 30 y un 45 % de los beneficios netos generados a través de dividendos.
¿Entonces, qué ha sucedido? Pues es un cóctel con diferentes ingredientes. Por un lado Olvi opera en países cuya población ha prosperado mucho, como las repúblicas bálticas de Estonia, Letonia y Lituania (desde 2004 su PIB per cápita se multiplicó por entre 3 y 5 veces), o Bielorrusia (aquí con un poco de truco, porque la filial se incorporó en 2008, y no recogió todo el crecimiento del período 2004 - 2008) y finalmente un país más rico como Finlandia cuyo PIB per cápita creció a algo menos del 2 % anual compuesto.
El caso de las repúblicas bálticas es fantástico, son países que sin sacrificar el tener un estado de bienestar importante han sabido ser lo más eficientes posibles en lo que a gasto público se refiere, para así poder tener una fiscalidad que incentivase el ahorro y la inversión, que es lo que a largo plazo marca la prosperidad de un país, y no el consumo a corto plazo, atrayendo además a emprendedores extranjeros e inversión extranjera (como por ejemplo la de la propia Olvi, que fue adquiriendo con el tiempo estas filiales e inyectándoles capital para hacerlas crecer).
Y en estos países ha mantenido o aumentado sus cuotas de mercado. Además desde 2004 la exportaciones han crecido desde 3,2 millones de euros en 2004 a 33 millones en 2023, un crecimiento del 11.7 % (representó en 2023 un 5 % de la facturación de Olvi, por lo que si bien han crecido en línea con la venta local, tampoco responde a nuestro interrogante).
El asunto es que desde 2004 Olvi ha sido muy exitosa en aumentar capacidad de producción, introduciéndose también en otros verticales dentro del negocio de las bebidas, aumentando sus volúmenes producidos desde 248 millones de litros en 2004, a 976 en 2023, un crecimiento anual compuesto del 7.2 %. Así tenemos parte de la respuesta, por un lado un incremento de los volúmenes producidos, y por otro una mejora de los márgenes operativos, pero sigue quedándonos la incógnita de por qué Olvi fue tan ambiciosa con su inversión en aumentar capacidad de producción. Y en parte, como mínimo, la respuesta la encontramos en la fiscalidad.
La fiscalidad, el marco jurídico que regula los impuestos, tiende desgraciadamente a incentivar o desincentivar lo que hacen las personas físicas y jurídicas (empresas), y aquí no ha sido una excepción. En el caso de Olvi, esta se ha beneficiado de un régimen fiscal especial en Estonia y Letonia, países en los que si el dinero no sale de las compañías no paga Impuesto sobre Sociedades, lo que fomenta ser reinvertido en el propio negocio, y en parte así sucede en Finlandia y Lituania, donde se recupera buena parte de lo que se invierte en activos fijos en el año 1 (realmente a través del gasto contable de depreciación vas deduciéndote lo invertido en un activo fijo, pero no es lo mismo deducirte la inversión en el año 1 que hacer poco a poco durante 15 o 20 años). Como podemos observar las inversiones de Olvi a largo plazo en activos fijos, como fábricas o maquinaria, han estado permanentemente por encima de la cifra de depreciación contable de sus activos fijos, lo que le ha permitido crecer mucho de manera orgánica.
Si al incentivo fiscal, que permite obtener un retorno inmediato por ahorro fiscal a lo invertido, y su ambición inversores en ampliar capacidad, le sumamos la prosperidad de los países donde ha ofrecido sus productos, solo nos quedaría un elemento en la ecuación, y son claro las cuotas de mercado. En este sentido hubo una época en la que Olvi desglosaba mucho sus cuotas de mercado, como a continuación podréis ver, pero en determinado momento por desgracia dejó de hacerlo (si echáis un ojo a sus informes anuales recientes, estos tienen muchas más páginas que hace, por ejemplo 15 años, pero lo cierto es que te dan menos datos útiles, es una tendencia que he observado en muchas compañías que he analizado).
¿Cómo sabemos entonces que desde que dejaron de dar los datos estos negocios siguieron yendo bien? Pues no nos queda otra que seguir la evolución a través de los resultados operativos y los volúmenes fabricados de cada filial, que como veremos han tenido una senda de lo más positiva (hay que decir que los ingresos en cada división muestran la facturación en cada país, y no lo que ha facturado la filial en sí, no es exactamente lo mismo porque exportan al exterior y entre filiales, y era una cifra que me parecía más interesante para ver qué tal iba en el negocio a nivel local en cuanto consumo -sin embargo, los beneficios operativos muestran lo que ha generado cada filial, vendiendo dentro o fuera de las mismas, ya que es el único dato compartido por Olvi-).
De las diferentes filiales tendremos los ingresos con la publicación del informe anual de 2024, como a lo largo del año no daban el dato que yo utilizaba de facturación no de cada filial sino de lo facturado a nivel local tocará esperar, aunque a efectos prácticos nos hacemos una idea con los beneficios operativos.
Finalmente podemos añadir como datos interesantes que Olvi se ha propuesto ir aumentando el peso de las bebidas sin alcohol en su portfolio, y como podemos observar desde 2020, que es cuando ha empezado a compartir estos datos, estas han pasado de representar un 23 % del total a un 31 %.
No lo he comentado porque lo veremos más en su historia, pero los "long drinks" son bebidas alcohólicas ya mezcladas tradicionales de Finlandia y países bálticos, algo que veremos mejor en su historia (un poco como si vendemos en lata ron mezclado con Coca Cola). Y el kvass es también una bebida tradicional de algunos de estos países, con alcohol aunque suave, similar en este sentido a la cerveza.
- Olvi y su equipo directivo
En general ya hemos podido ver que a largo plazo el negocio ha ido fenomenal, el equipo directivo siempre ha estado bien incentivado (mayoritariamente su bonus todos estos años ha dependido del beneficio operativo), y en esto probablemente haya influido el hecho de que la Olvi Foundation tiene el control total de la compañía con más de un 50 % de los derechos de voto.
En este sentido es interesante aclarar que en Olvi hay dos tipos de acciones, unas que cotizan en Bolsa y que por cada una aportan un voto, y otras que no cotizan en bolsa y que tienen cada una veinte votos. En lo referente a los derechos económicos son equivalentes, pero permiten al accionista de referencia tener el control de la compañía sin afectar a su negociabilidad.
- Olvi y su valoración
Sobre el papel Olvi cotiza exageradamente barata. En 2024 generó aproximadamente unos beneficios netos aproximados de 66 millones de euros, y tiene una caja neta de 36 millones. Si a esto le sumamos su probada capacidad para hacer crecer sus beneficios no tiene demasiado sentido su capitalización bursátil de 593 millones de euros.
Por múltiplos, por su exposición a países prósperos y serios y su capacidad para crecer bien merecería un PER de 17 o 18 veces, y entre la caja neta que tiene y lo que generaría en los próximos tres años, Olvi fácilmente valdría entre dos y tres veces más.
¿Hay truco? En parte sí, como se suele decir Mr. Market a veces exagera pero tonto no es. El asunto de Olvi es que prácticamente todos los países en los que comercializa sus productos, sin tener en cuenta las exportaciones y a Dinamarca, lindan con Rusia, un país con el que la OTAN y más concretamente los países de la Unión Europea se encuentren en un conflicto desde el comienzo de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Podríamos argumentar que si Rusia atacase a Finlandia, o a las repúblicas bálticas, estaría atacando a todos los países de la OTAN y que el riesgo sería en el fondo para todos estos países, países cuyas compañías no parecen estar reflejándolo. Y tendría sentido pensarlo.
Realmente el motivo por el que el mercado ha machacado tanto a Olvi, una vez analizada la misma y su historia, sobre todo la reciente, viene más bien por su exposición a Bielorrusia. Desde su adquisición en 2008 ha sido como hemos podido observar, un negocio muy exitoso. A pesar de la volatilidad de su divisa, ha crecido tanto que en euros su crecimiento lo ha mas que compensado. En 2024 representaba un 41 % del beneficio operativo de Olvi.
Y es que a pesar de que Olvi ya no le inyecta capital, esta sigue creciendo, en euros de nuevo, a tasas muy elevadas, desde 2019 prácticamente como podéis ver ha multiplicado por tres su beneficio operativo.
El asunto es que Bielorrusia es hoy día casi de facto Rusia. Es un país independiente de Rusia pero en la práctica es un satélite de la misma, que le presta ayuda militar y que recibe y devuelve sanciones internacionales con los países europeos. Como veremos en su historia en la actualidad Olvi no puede vender esta división, lo ha prohibido el gobierno bielorruso, pero tampoco puede traspasarse demasiados dividendos de lo que genera la misma, actualmente le permiten mandarse entre 1 y 3 millones al año a la matriz en Finlandia (además, les han subido a las empresas con accionariado extranjero el Impuesto sobre Sociedades al 25 %, en vez del 20 general).
¿Cuál es el resultado de esto? Pues que si la filial generó en 2024 unos beneficios operativos de 34 millones de euros, y paga un 25 % de Impuesto sobre Sociedades, tuvo unos beneficios netos de 25,5 millones. Como desde 2024 le han limitado los dividendos, este ejercicio se habrán acumulado en la filial pongamos 23,5 millones (presupongamos que ha podido repartirse 2 millones). Si Olvi tenía 36,1 millones de caja neta, podemos razonar que solo están fuera de Bielorrusia 12,6.
Esto nos lleva a hacer uso de un método de valoración perfecto para el caso, que es la valoración por escenarios. ¿Cuál sería el peor escenario? Pues que el gobierno bielorruso nacionalizase las compañías propiedad de los 'enemigos' de Rusia; ¿y el mejor escenario? pues que para el año 3 estuviese todo normalizado a efectos del conflicto, y que Bielorrusia volviese a cierta normalidad, también en sus relaciones comerciales con los países de la Unión Europea.
¿Qué probabilidades tiene cada escenario? Bueno, es difícil de saber, aunque si Rusia o Bielorrusia nacionalizasen estas compañías quemarían definitivamente sus puentes cara al futuro, y eso por variados motivos no les interesa. Si el conflicto no escala y se llega a una paz entre Ucrania y Rusia tendría sentido que se recuperase cierta normalidad comercial (para Rusia el escenario perfecto, dadas las actuales circunstancias y si no logra derrotar a Ucrania, sería obtener alguna ganancia de territorio, las que ya ha logrado en la guerra, para que así Mr. Putin pudiese reinvindicarse en el poder para con su población, para luego iniciar la recuperación económica que les toca acometer cada vez que andan metiéndose en guerras y conflictos -con lo bonito que sería que se dedicasen a prosperar y ya está como muchos otros países, supongo que es demasiado pedir-). Siendo conservador, y por decir algo porque en el fondo no tengo demasiada idea (ni creo que nadie pueda tenerla), diría 50 - 50.
Vamos primero con el escenario más positivo. Si bien Olvi crece como hemos visto mucho, y el paso de los años tampoco la ha frenado demasiado, creo que una tasa del crecimiento del 5 % podría ser conservadora. Esto para Finlandia y los cuatro países bálticos, porque me extrañaría mucho que aunque le devolviesen el control total sobre la filial de Bielorrusia y sus beneficios se fiasen de este país cara a invertir en ella demasiado cara al futuro. Diría que sería más conservador asumir que no crecería y que se convertiría en una vaca lechera, mandando su generación de efectivo a la matriz en Finlandia.
Tendríamos así para el escenario negativo solo en cuenta los beneficios netos de Olvi sin Bielorrusia, que a un múltiplo PER de 17 en 2027 ascenderían a 769,9 millones de euros, y a lo que le sumaríamos la caja neta acumulada de 142,1 millones, 912 millones en total (si pudiesen crecer en capacidad como antaño, la caja neta generada sería menor, porque se invertiría por encima del gasto de depreciación recogido en el beneficio neto, aunque a cambio el beneficio neto de 2027 sería mayor).
Y para el escenario positivo, tendríamos estos 912 millones, más la valoración de la filial de Bielorrusia, que yo valoro, de solucionarse todo el conflicto con Rusia, a PER 10, ya que siempre ibas a tener esa incertidumbre de que en X años venga Putin o su sucesor a enredarse en aventuras de conquista. Como su beneficio neto en nuestra estimación no crecería, al aplicarle este PER serían 253,5 millones, a lo que habría que sumarle la caja generada por la misma, 99,5 millones. En total nos iríamos a 1.265 millones para nuestra valoración en el escenario positivo.
Actualmente Olvi capitaliza 593 millones, así que presentaría un potencial para el escenario negativo del 54 % a tres años, y para el escenario positivo un potencial del 113 % a tres años.
Y nada, ya solo nos resta analizar su historia corporativa reciente.
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Olvi es líder en cerveza en Finlandia. |
- Historia corporativa de Olvi
+ 1919 - 1995: del fin de la ley seca en Finlandia al éxito de los 'lonk drinks'
Entre 1919 y 1932 se dio en Finlandia una prohibición a la venta de bebidas alcohólicas. Posteriormente se fue suavizando y se permitió el consumo de los “long drinks”, o Lonkero en finlandés, que vendrían a ser una suerte de cubatas ya preparados, comercializados en lata y fabricados por el monopolio estatal.
En 1995 con la entrada de Finlandia en la Unión Europea esta se ve obligada a liberalizar el mercado de las bebidas en el país.
+ 1996 - 1998: adquisición de la sidra FIZZ e inversiones en Estonia, Letonia y Lituania
En 1996 Olvi adquiere una participación del 15 % Tarto Ölletehas, conocida hoy como Le Coq, una cervecera de Estonia.
En 1998 Olvi adquiere su marca de sidra FIZZ.
En 1999 Olvi adquiere una participación mayoritaria en Cēsu Alus, en Letonia, y Ragutis, en Lituania.
+ 2003: adquisición de una compañía de bebidas sin alcohol en Estonia
En 2003 Olvi era la tercera cervecera de Finlandia.
En 2003 Olvi adquiere AS Ösel Foods, compañía de bebidas en Estonia con una cuota de mercado del 26 % en zumos, 18 % en refrescos y 14 % en agua mineral. Esta se fusionaría con la participada estonia de Olvi.
En 2003 Olvi ya poseía el 90.9 % de la cotizada de Letonia A/S C ̄esu Alus (segunda cervecera de Letonia), y el 83.1 % de la lituana AB Ragutis (cuarta cervecera y primera en sidra en Lituania).
+ 2004: desregulación a la importación de cerveza en Finlandia y rebaja del impuesto al alcohol
En 2004 se desregularon las importaciones de cerveza en Finlandia, aumentando estas un 37 % hasta representar un 9 % del total, y se redujo el impuesto al alcohol un 32 %, aunque para 2005 entraría en vigor un impuesto medioambiental a las latas.
En 2004 comentaban en Olvi que la cerveza se había convertido en uno de los reclamos para atraer a clientes a los supermercados, y la guerra de promociones era importante, aglutinando la cerveza vendida con promoción un 50 % del total.
En 2004 el 28 % de los refrescos vendidos en Finlandia eran sin azúcar.
En 2004 la participada de Olvi en Lituania creció un 20.5 % en volúmenes y pasó a ser la tercera cervecera en el país.
En 2004 Olvi aumenta su participación en la filial de Letonia hasta un 96.06 %.
+ 2005 - 2006: lanzamiento de la bebida energética TEHO y acuerdo para Finlandia con Heineken y Disney
En 2005 Olvi lanzó su propia bebida energética en Finlandia, TEHO, alcanzando para finales de año un 17 % de cuota de mercado.
En 2006 el 77 % de la cerveza en Finlandia se vendió en supermercados, el 20 % en restaurantes y 3 % en Alko, que eran unas tiendas estatales de venta de bebidas alcohólicas.
En 2006 Olvi comenzó a comercializar una sidra con sabor a café, y también lanzaron sidras con mayor contenido alcohólico, de 5,4 grados frente a los 4 habituales.
En 2006 Olvi firmó un acuerdo de agencia con Heineken, por el cual se encargaba de importar, comercializar y distribuir la marca Heineken en Finlandia.
En 2006 Olvi firmó un contrato con Disney para poder comercializar refrescos con la imagen del Pato Donald en Finlandia.
En 2006 Olvi invirtió en la filial de Letonia para poder fabricar allí también sidra.
+ 2007: nuevos cócteles enlatados en Estonia y lanzamiento de la bebida energética Dynamite
En 2007 la división de Letonia dobló ventas en sidras y agua, y triplicó las de bebidas energéticas, aunque en la división seguían pesando un 70 % las ventas de cerveza.
En 2007 Olvi lanzó en Estonia tres cócteles en lata con 6 grados de alcohol: el Cuba libre, Sex on the beach y Cosmopolitan.
En 2007 para Estonia, Letonia y Lituania comenzaron a comercializa Dynamite, una bebida energética.
+ 2008: transición a las botellas de plástico de un solo uso, expansión a Bielorrusia e impuestos en Finlandia
En 2008 y en años anteriores la compañía invirtió mucho en la transición desde botellas de plástico retornables, a botellas de plástico de un solo uso, una transición que no resultó tan fácil como de inicio parecía.
En 2008 Olvi se expandió a Bielorrusia con la adquisición del 51 % de una compañía local de bebidas, cuarta en cerveza y segunda en bebidas en su conjunto, por 11,9 millones de euros. Esta tuvo en 2008 un beneficio operativo de 4,5 millones.
En 2008 se redujo el consumo de todas las bebidas, salvo los espirituosos y licores.
En 2008 se incrementó en Finlandia un 10 % el impuesto al alcohol, y en 2009 otro 10 %. Comentaban que el impuesto al alcohol en Finlandia era el mayor de la Unión Europea y cinco veces superior al de Estonia.
En 2008 Nielsen dejó de operar en Finlandia para las bebidas, teniendo la compañía ya una información mucho menos desglosada sobre el mercado.
+ 2009: adquisición de los minoritarios de Bielorrusia y auge de la cerveza en tiempos de crisis
En 2009 con la recesión económica, en los países bálticos hubo un retroceso en volúmenes de la sidra y los espirituosos, pero recuperó la cerveza, por ser una bebida más barata en tiempos de crisis.
En 2009 el beneficio operativo de Olvi incluía un extraordinario positivo de 3,2 millones, ya ajustado en las cuentas que os compartí más arriba.
En 2009 Olvi adquirió otro 36.84 % de la participada de Bielorrusia, que poseían sus trabajadores, por 4,8 millones de euros, y alcanzó una participación del 87.84 %. De sus otras filiales había ido poco a poco adquiriendo acciones en los últimos años y rozaba el 100 %.
+ 2010: la sidra FIZZ llega a Bielorrusia
En 2010, tras las subidas fiscales al alcohol en Finlandia en 2008 y 2009, la venta transfronteriza de alcohol de los finlandeses creció un 25 %, ascendiendo a 65 millones de litros.
En 2010 la participada en Bielorrusia de Olvi comienza a comercializar en supermercados su sidra FIZZ. En Bielorrusia solo había una marca de sidra a la venta, así que esperaban poder lograr buenos resultados.
En 2010 Olvi adquirió otro 3.74 % de su participada de Bielorrusia por 0,5 millones, alcanzando ya una participación del 91.58 %.
+ 2011: devaluación del rublo de Bielorrusia y éxito del segmento off-trade en Finlandia
En 2011 el rublo de Bielorrusia implosionó, devaluándose un 170 % respecto al euro, habiendo acumulado en tres años una inflación del 150 %.
En 2011 el segmento on-trade en Finlandia siguió su tendencia desde el año 2000 a la baja, y ya solo representaba un 15 % de las ventas de alcohol. La inmensa mayoría se consumía en los domicilios de los finlandeses.
+ 2012: Olvi capea el alza de impuestos al alcohol en Finlandia y adquisiciones en Estonia
En 2012 volvieron a subir un 15 % el impuesto al alcohol en Finlandia, que ya eran un 53 % más altos que los suecos, además del impuesto a los refrescos, y los consumos cayeron un 6 %, aunque la filial de Olvi creció ligeramente.
En 2012 en Finlandia Olvi se las apañó para crecer un 85 % en refrescos, con productos de Angry Birds, y dobló en agua mineral, pasando de una cuota en bebidas no alcohólicas del 7 al 9 %, aunque con el alza de impuestos cayeron considerablemente los consumos de cerveza y long drinks.
En 2012 la bebida energética Cēsu Alus tuvo en Letonia un 37 % de cuota de mercado.
En 2012 Olvi adquirió el 49 % de las acciones de AS Karme, que producía cerveza, sidra y vino en Estonia, permitiéndole acceder a capacidad de producción que le sobraba a esta para sus propias marcas.
En 2012 Olvi adquirió asimismo el 20 % de Oü Verska Mineraalvee, un fabricante de agua mineral de Estonia.
+ 2013: terminación del acuerdo con Heineken y cambios contables para la depreciación de activos
En 2013 Olvi llegó a un acuerdo de cooperación con Warsteiner, una cerveza alemana muy conocida, y terminaron el acuerdo con Heineken.
En 2013 se ajustó la vida útil de edificios y maquinaria en Olvi, al alza, y eso se tradujo en una reducción de la cifra de depreciación contable en 10,1 millones, lo que elevaba el beneficio neto. A corto plazo también pagas más Impuesto sobre Sociedades, al deducirte un menor gasto por depreciación, pero a largo tenderás a tener menos activos totalmente amortizados a los que no puedes aplicarle la depreciación.
En 2013 el equipo directivo de Olvi y los trabajadores de la sociedad finlandesa percibían su bonus anual atendiendo al beneficio operativo. En algunos períodos incluían bonus a tres años, pagaderos parte en acciones parte en efectivo, también dependientes del EBIT.
+ 2014 - 2016: acuerdo con Pepsico en Bielorrusia e impuestos al alcohol en Estonia
En 2014 la filial de Bielorrusia de Olvi llegó a un acuerdo para fabricar y comercializar productos de Pepsico en el país, que le vendría fenomenal para aumentar cuota de mercado en refrescos, donde solo tenía un 2 % de cuota de mercado, sumando el agua.
En 2014 Olvi amplió su participación en su filial de Bielorrusia hasta un 94.6 %.
En 2016 Estonia anunció una subida del impuesto especial al alcohol, esperando Olvi que esto se tradujese en venta transfronteriza de los estonios a Letonia, y un retorno a Finlandia de parte de la venta transfronteriza a Estonia.
+ 2017 – 2018: adquisición de un importador y distribuidor de bebidas en Finlandia y del único fabricando de destilados en Finlandia
En 2017 Olvi se fue por primera vez a caja financiera neta, más efectivo que deuda en el balance de situación.
En 2018 Olvi adquirió por 16,4 millones de euros un 80 % de Servaali Oy, uno de los más grandes importadores y distribuidores de bebidas alcohólicas en Finlandia, integrándose más en la cadena de valor. En el contrato se incluía una cláusula por la cual Olvi podía adquirir en los próximos años el 20 % restante de la participación, y viceversa.
En 2018 además Olvi adquirió el 67 % de la The Helsinki Distilling Company, la única compañía fabricante de destilados en Finlandia, por 2,5 millones de euros. Esta fabricaba las marcas Helsinki Whiskey y Helsinki Dry Gin. Se incluía una cláusula recíproca de compra para la participación restante, ostentando el 100 % para 2021.
+ 2019 - 2021: expansión a Dinamarca y reducción fiscal en Estonia
En 2019 en Estonia redujeron el impuesto al alcohol y eso animó las ventas.
En 2019 en Lituania Olvi comenzó a fabricar agua embotellada, lo que dio lugar a un impacto de un millón de euros en el beneficio operativo de la filial.
En 2021 Olvi adquirió un fabricante de bebidas en Dinamarca por 9,2 millones, del que el 80 % eran bebidas no alcohólicas, otra en Letonia por 2,1, y una planta de embotellado de agua en Finlandia. En Dinamarca la adquirida era la cuarta cervecera en el país y la segunda en cerveza de especialidad.
En 2021 dejaron de dar el dato de la depreciación de activos fijos, por lo que a partir de entonces el dato recogido es de la depreciación y amortización de activos tangibles e intangibles, y luego el de inversiones tanto en tangibles como en intangibles (antes solo tangibles).
+ 2022: guerra entre Rusia y Ucrania e incertidumbre para la división de Bielorrusia
En 2022 la guerra llega a Ucrania con la invasión de Rusia, y para entonces la filial de Bielorrusia de Olvi, país satélite de facto de los rusos, representaba el 24 % de sus beneficios operativos. Además filiales como la de Lituania tenían en sus exportaciones a un importante cliente en Rusia y en marzo cesaron las relaciones con Rusia.
En 2022 la filial de Bielorrusia abrió un museo sobre sus operaciones cerveceras.
En 2022 en vistas de los potenciales problemas que la guerra podía acarrear a la filial de Bielorrusia, esta se dio un deterioro de 35 millones de euros, extraordinario negativo a ajustar del beneficio operativo y neto.
+ 2023 - 2024: multas y restricciones en Bielorrusia
En 2023 un organismo estatal de Bielorrusia impuso una multa a la filial de 12 millones de euros, que Olvi recurrió.
En los primeros nueve meses de 2024 los costes de producción no subieron, ellos elevaron precios, mantuvieron volúmenes y recuperaron los márgenes operativos de 2019.
En 2024 Olvi no tenía permitido vender su filial de Bielorrusia, e impusieron un límite a los dividendos que compañías bielorrusas podían realizar a su matriz, cuando era europea, que para Olvi equivalía a 1-3 millones anuales para 2024 y 2025. Además subieron el Impuesto sobre Sociedades del 20 al 25 % para empresas mayoritariamente participadas por accionistas occidentales.
- Conclusiones sobre Olvi
Olvi es una compañía de bebidas diversificada, con exposición a países, Bielorrusia aparte, bastante prósperos, y está dirigido por un equipo directivo competente y alineado en sus intereses con el accionista.
Además hemos podido ver que aprovechando la incertidumbre que atraviesa la podemos comprar con un descuento que incluso en el supuesto de que perdiese para siempre la filial de Bielorrusia es bien interesante, dejándonos la opcionalidad positiva de que esto no sucediese y Olvi pudiese recuperar todo lo generado por la misma cara al futuro.
Espero que os haya resultado interesante y que tengáis una fantástica Navidad, ¡nos leemos ya para 2025!
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- Otros negocios del sector bebidas analizados:
+ Heineken
+ Diageo
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Javier García de Tiedra González es Abogado de formación y actualmente analista e inversor en empresas cotizadas a tiempo completo. Es además accionista minoritario en Bund Company, compañía que cofundó su hermano Álvaro y que es líder en sastrería a medida en España, en la que trabajó varios años en sus inicios.
Ha cursado un Máster en Valoración de Empresas y publicado dos libros en materia de finanzas: Introducción a la Inversión e Invertir en Bolsa Española, ambos a la venta en Amazon.
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